El pasado mes de Abril la Comisión Europea publico un comunicado sobre “ La Orientación sobre las Técnicas de clasificación de residuos”
Un documento trabajado durante varios años por la Comisión, con el objetivo de construir una herramienta de referencia en orientación y aplicación de la legislación relativa a la clasificación de residuos.
Sobretodo porque la clasificación de un residuo como peligroso o no peligroso tiene importantes consecuencias para su gestión. En primer lugar en cuanto a su etiquetado y almacenamiento, pero también para su transporte y tratamiento, dado que es necesario tomar mayores precauciones que eviten riesgos para la salud y el medio ambiente.
Esta clasificación de peligrosidad también afecta a la tramitación administrativa del traslado de los residuos, que viene regulada por el Real Decreto 180/2015 y por otros aspectos legales especificados por la Ley 22/2011 de residuos y suelos contaminados.
El documento facilita un procedimiento para determinar si un residuo es peligroso o no peligroso y el epígrafe de la Lista Europea de Residuos, conocido como código LER.
Este procedimiento relaciona toda la legislación europea aplicable y puede afectar a la clasificación de los residuos, como es la Directiva 2008/98/CE sobre los residuos, la lista europea de residuos aprobada por la Decisión 2014/955/UE, el Reglamento 850/2004 sobre contaminantes orgánicos persistentes -POPs-, los Reglamentos REACH y CLP.
Según esta comunicación se debe analizar si el residuo presenta un código de peligroso absoluto, como serían el amianto, disolventes orgánicos, aceites lubricantes, ácidos o álcalis; el residuo también puede presentar un código de no peligroso absoluto como puede ser el papel y cartón, el vidrio o la ropa; o un código espejo en el que residuos relacionados pueden desplegar características de peligrosidad o no, en este caso es necesario un análisis más detallado. Para ello, el documento orienta sobre los pasos a seguir para su clasificación y las fuentes de información asociadas.
En Esta comunicación de la Comisión Europea plantea ejemplos de residuos complejos como envases, residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), y vehículos al final de su vida útil (VFU). También evalúa componentes específicos que pueden estar presentes en los residuos, como compuestos orgánicos persistentes, plásticos, caucho, peróxidos orgánicos, cal, alquitrán, sustancias que agotan la capa de ozono, y compuestos orgánicos (Benceno, Tolueno, Xileno, Benzopireno).
Para facilitar la identificación de estos códigos, ASEGRE dispone de una herramienta de clasificación de residuos online basado en la Lista Europea de Residuos. Este clasificador permite diferentes opciones de búsqueda para que cada residuo reciba el tratamiento adecuado a sus características. La búsqueda se puede realizar por palabra o término de uso coloquial.